Un poco de historia de Laviana.
Pola de Laviana.
Debe su nombre a una antigua vía romana y su ‘chalaneru’ es conocido en el mundo entero. Palacio Valdés la puso en el universo de la literatura universal. El río Nalón, sus bosques y valles, sus rutas, su patrimonio, sus aldeas, sus gentes amigables y su capital son un combinado único. Así es Laviana.
Laviana ostenta el honor de contar con uno de los ‘himnos’ populares más entonados después del Asturias Patria Querida como es el famoso ‘Chalaneru’, que alude además de forma explícita a aquella parte de la vida del concejo profundamente vinculada al río Nalón, que todavía hoy sigue siendo clave en la cotidianeidad de Laviana, un territorio donde la pesca fluvial o la caza son dos de las actividades deportivas y turísticas más practicadas.
El Puente de la Chalana o Puente de Arco son dos referencias culturales y festivas en torno al río, y si de bosques se trata, en Laviana, la berrea de los venados es uno de los espectáculos otoñales más llamativos.
En la nómina de sus muchos ilustres (Fray Ceferino, Maximiliano Arboleya, etc.), Armando Palacio Valdés se lleva la palma y el ambiente de su famosa novela ‘La aldea perdida' aún hoy se recrea en los escenarios y en la atmósfera natural, utópica y romántica que se respira en muchos rincones de Laviana, y por supuesto en su casa natal en Entrialgo, hoy convertida en museo y centro de interpretación. Muchos son también los montes de Laviana, siendo el más popular Peña Mea, y entre la espectacularidad de sus valles y montañas destacan pueblos tan característicos como Villoria o El Condao. La capital, La Pola Llaviana/Pola de Laviana, ha sido testigo del alto compromiso con la historia de sus habitantes y una ruta urbana por ella nos descubre joyas como la Iglesia parroquial, magnífico ejemplo del gótico neoindustrial o el Ayuntamiento.